Iniciamos el año con un toque personal y original. Y es que hoy me apetece compartir contigo un post cargado de exotismo, naturalidad y mucha mucha personalidad de la mano de la butaca más versionada y cinematográfica de la historia. La butaca Emmanuelle. El caso de cómo una butaca de ratán de origen polinesio y gran respaldo ha terminado siendo todo un referente estético y decorativo tanto entre los amantes de la decoración como en las casas de medio mundo.
Origen
Aunque no ha llegado a precisarse, al parecer es una butaca nacida en el Pacífico Sur y la Polinesia, y fue descubierta por el gusto occidental en las casas coloniales francesas a finales del siglo XIX. Por su nombre conocido en Francia, Fauteuil Pomare, se cree que comenzó a fabricarse para usarla como trono real por llevar el nombre de la dinastía que gobernaba Tahití en la época.
De capricho colonial a icono del diseño
En Febrero de 1978 y tras haberse proyectado ya en media Europa, se estrena en España Emmanuelle, una película de corte erótico sentimental que tras ser censurada durante la época franquista por sus imágenes subidas de tono, provocó tanto revuelo como largas colas a su estreno en los cines españoles. Como recordarás, una de las míticas secuencias de esta película muestra a la protagonista, Sylvia Kristel, sentada en ella y vestida únicamente con un largo collar de perlas.
Del exterior al uso en interiores
Hasta el momento, el mimbre o ratán se tenía asociado en exclusiva para el uso en exteriores. Pero fue la butaca Emmanuelle el primer mueble exótico que logró colarse en los interiores. Primero en resorts y hoteles asiáticos y más tarde como pieza representativa en presentaciones y publicaciones de interés. Y casi sin darnos cuenta, dió lugar a la inclusión y normalización de este material natural para uso en cualquier tipo de interior, aportando a los ambientes ese toque exótico, natural y cálido que tan bien sienta a nuestros hogares.
La más versionada
Por su peculiar estructura realizada mediante trenzado de varas de ratán y su característico respaldo en forma de cola de pavo real desplegada, en los países anglosajones es más conocida como Peacock Chair. Sus sugerentes formas saltan a la vista y su increíble atractivo ha llevado a diversos diseñadores a versionarla en distintos colores y materiales con el fin de incorporar al mercado un producto más contemporáneo y con posibilidad de adaptación a otras corrientes decorativas.
Particularmente he de confesarte que me parece una pieza única, de increíble interés y atractivo visual y digna de lucir en el rincón favorito de casa. Espero que haber conocido un poquito más de cerca su historia haya despertado también tu interés por esta mítica butaca.
¿Te animarías a incluir en tu casa la Butaca Emmanuelle?
¡Feliz día!
Dori c.G.
Sin duda! Acabo de decidir que quiero una blanca para el dormitorio... si algún día tengo uno donde quepa! ��
ResponderEliminarSi es que es lo más! No falla! Es mirarla y quedas completamente hipnotizada por sus encantos! Un rinconcito encontrarás seguro Yolanda! Que tengas un día estupendo y mil gracias por comentar!! ;)
Eliminar¡Me encanta! Ojalá tuviera espacio para tener una. Conocía la silla pero no su historia, es muy romántico todo jaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jeje! A mi me pirra también!! Tan exótica ella! Es curioso descubrir cómo saltó a la fama! ;) Un súper abrazo y mil gracias por comentar Nazaret!! ;)
Eliminar