miércoles, 30 de septiembre de 2015

Tips para organizar el cuarto de la colada

Hoy doy los buenos días a una hermosa mañana de miércoles ambientada con banda sonora de patio a la hora de gimnasia. No sé si te he dicho que vivo al lado de un colegio :-)

La lluvia está dando tregua esta mañana, pero lo cierto es que han llegado los días que de un momento a otro se tornan pasados por agua, y eso, cuando una tiende a la intemperie fastidia y mucho. Somos 3 en casa, y aunque Berta prefiera ir desnuda;-), se forma la monumental con la colada si la señora lluvia dice de visitarnos más de 2 días seguidos. De modo que he pensado dedicar el post de hoy a l@s encargad@s de la colada en casa. Facilitarles la labor con unos cuantos tips que ayuden a organizar el cuarto o espacio de la colada exprimiendo al máximo sus posibilidades será mi tarea de hoy.

Provee el espacio libre de todo tipo de accesorios que puedan resultarte útiles. Estantes donde colocar la ropa doblada, perchas, ganchos y baldas en los que colgar todo lo que necesitas tener a mano, cestos con los que clasificar las prendas... 

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Almacena hasta el techo. En un espacio que suele ser de dimensiones reducidas llevar los módulos de almacenaje hasta el techo nos va a ahorrar tener que crecer en longitud. Eso si, emplea la parte más alta para guardar lo que no utilices con asiduidad.  

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Coloca una encimera sobre lavadora y secadora. Ganarás una superficie de trabajo y apoyo continua que resultará muy útil y cómoda a la hora de desempeñar las labores propias de este espacio.
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Coloca la secadora sobre la lavadora. Si el espacio brilla por su ausencia plantéate hacerlo. Ganarás un precioso espacio que podrás destinar a otros menesteres.
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Apuesta por la puerta corredera. Si el cuarto es de pequeñas dimensiones y se encuentra en una zona de paso, optar por colocar una puerta corredera que no interrumpa ninguno de los dos espacios resultará una estupenda opción. 

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Coloca una zona de lavado. Tener cerca una pila o seno siempre resulta útil en esta zona. Lavar a mano, sacar una mancha, cepillar calzado... qué te voy a contar...

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En espacio abierto, almacenamiento cerrado. Si tu espacio de colada es independiente, como quieras, pero si forma parte de otra estancia, decantarte por emplear almacenamiento cerrado resultará más cómodo de cara a la limpieza.

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Incorpora la zona de planchado. Si el espacio no es del todo un problema, destinar un pequeño espacio a la zona de plancha te hará tener todas las labores reunidas en un mismo ambiente. Si por el contrario no vas sobrad@, incorporar la tabla en un cajón podría ser tu opción ideal.

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Incorpora una zona de perchado. Un espacio en el que poder perchar las prendas bien una vez planchadas o para evitar que se arruguen más, nos ahorrará muchos disgustos y tiempo de plancha en mano.

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Transforma un mueble en el cuarto de la colada. Si no encuentras el espacio o simplemente no te apetece tener a la vista todo lo relacionado con la colada, destina un armario de la cocina a tal efecto. En apariencia será un armario más, solo tú sabrás lo que contiene.

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Aprovecha la parte inferior de la tabla de planchar. Si eres de l@s que tiene la tabla siempre abierta, aprovecha el espacio que queda bajo la superficie de planchado. Eso si, ponle ruedas al mueblecito para que tanto plancha como limpieza resulten más cómodas.

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Ubica la zona de lavado en un baño. Si el espacio te lo permite, podrías ubicar todo ahí. Emplea puertas que se fusionen bien con el ambiente y la decoración del baño para integrar visualmente la zona agrupando todo en ese espacio. 

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Incorpora un tendedero plegable o extraible. Los días de lluvia dejarán de ser un problema. Bien uno plegable colocado en la pared y que sólo abras cuando necesites o incorporándolo en algún cajón, resultará un accesorio que te sacará de más de un apuro.

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Hazlo divertido. Échale imaginación para que deje de ser ese rincón aburrido y sosaina al que nadie quiere acercarse. 

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Como ves, hay múltiples combinaciones que puedes poner en marcha para hacer que las labores relacionadas con la colada resulten más fáciles, rápidas y divertidas.

¡Ponlas en práctica y hazte la vida más cómoda! 

¡Si te ha gustado el post de hoy, te ha resultado útil o ambas cosas, no olvides compartirlo! ;-)

¡Que tengas un feliz y estupendo día!

Dori c.G.






lunes, 28 de septiembre de 2015

10 estilos con denominador común: el Sofá Chester.

De nuevo damos la bienvenida al lunes y lo hacemos con las pilas cargadas. Te confieso que haber pasado el fin de semana en una ciudad con tanta historia, solera y encanto como es Toledo, me devuelve al día a día nostálgica perdida. Y es que hasta el rincón más moderno y actual que pudiese encontrar contaba con alguna pieza que me trasladaba a otra época, a otra cultura y otras costumbres.

Siempre he defendido la idea de incorporar en nuestros hogares piezas con vida propia, de cierta edad y con algo que contar. Dan lugar a ambientes de mucha personalidad, estilo y originalidad, y son capaces de adaptarse a cualquier corriente decorativa.

Y como prueba y ejemplo de ello, en el post de hoy quiero mostrarte cómo una pieza como es el sofá Chester, es capaz de funcionar a la perfección en un salón, independientemente del estilo decorativo que presente, no sin antes contarte un poquito a cerca de la historia de esta mítica pieza. ;-)

El sofá Cherterfield es un símbolo indiscutible y emblemático del estilo clásico inglés. Según cuenta la leyenda, su origen se debe al IV Conde de Chesterfield: Philip Dormer Stanhope (22 de septiembre de 1694-24 de marzo de 1773), quien encargó un sillón a un ebanista local indicándole que fuese duro y robusto, con los brazos y respaldo a una misma altura para obligar a sentarse con la espalda recta, ya que se había percatado de que los sillones habituales no permitían mantener la postura erguida y correcta, lo que deslucía tanto las vestimentas como el uniforme de su mayordomo. 

Pronto fue adoptado por la burguesía y la clase pudiente como el súmmum del estilo refinado. A principios del siglo XIX se empleaba para ambientar exclusivos clubs sociales londinenses, y décadas más tarde pasó a los salones de las casas británicas de la alta sociedad hasta convertirse en un icono de la decoración británica y el sofá inglés por excelencia.

Ambiente rústico. Este estilo se presenta informal pudiendo incluir elementos campestres o artesanales. Los acabados en madera o piedra y los suelos de gres o fabricados con tierra cocida son de lo más característico.

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Estilo nórdico. Sus características propias las vimos en un post anterior. Pincha aquí si te apetece recordarlas. 

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Estilo Shabby Chic. Se consigue mezclando colores pastel con el blanco siempre como protagonista. Antigüedades y muebles restaurados resultan clave para este estilo decorativo.

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Minimalista. Materiales como cemento, cristal, madera y piedra resultan los más adecuados. La utilización de colores neutros y un diseño con formas geométricas puras, líneas rectas y muebles funcionales anchos y de poca altura resultarán clave para este estilo.


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Bohemio. Los colores terrenales, cálidos y vibrantes no pueden faltar, ya sea en suelo, paredes o mobiliario. Guiarse por tendencias vintage y hippies resulta una buena forma de conseguir un ambiente boho.

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Industrial. Se emplean colores relacionados con los metales. Grises y cobrizos son los preferidos. Partiendo de la base de que las fábricas eran lugares con poca luz y precisaban de la incorporación de mucha luz artificial, decorativamente hablando las lámparas de todo tipo resultan imprescindibles en este estilo.

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Kitsch. Predominan el color, las formas y los elementos llamativos. Lo conforman piezas de mobiliario y elementos decorativos de diferentes estilos, combinándolos con estampados variados y ostentosos elementos decorativos.

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Clásico. Tonos crema, verdes, grises y amarillos contribuyen a crear un ambiente sereno y suntuoso. Los muebles empleados son de maderas nobles y muy trabajadas, los marcos de los cuadros labrados y los tejidos empleados de alta calidad y muy pesados.

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Ecléctico. Extrae ideas de todos los estilos decorativos para crear un conjunto totalmente único basado en ideas personales y en el disfrute y la pasión por combinar.

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Retro / Vintage. Combinar elementos de otras épocas o emplear los fabricados en la actualidad y que hacen un guiño a los antiguos dará lugar a la creación de este tipo de estancias.

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Como ves, una pieza con historia (en este caso el sofá Chesterfield) siempre es bienvenida en un ambiente independientemente del estilo que presente. Desde el minimalismo hasta lo más ostentoso, proporciona a las estancias el toque original y personal que nos hace marcar la diferencia.  

¿Te animas a incorporar un elemento "con solera" en tu casa? 

¡Feliz semana!

Dori c.G.







viernes, 25 de septiembre de 2015

Reutiliza y decora utilizando viejas maletas

Te prometo que no es mi intención ponerte los dientes largos, pero hoy pulso el botón "Publicar" y me faltan pies para salir pitando maleta en mano. Una terapéutica escapada de fin de semana con la excusa de celebrar San Miguel nos hará volver con las pilas cargadas y aires renovados :-)

Así que aprovechando que tengo la mía esperando impaciente en la puerta de casa, me apetece dedicar el post de hoy a las viejas maletas y a las posibilidades funcionales y decorativas que pueden ofrecer a nuestro hogar, dulce hogar. ;-) Toma buena nota porque el aire vintage que aportarán a tu casa será la envidia de los nostálgicos y amantes del estilo retro!!

Hazlas formar parte de la decoración sin más. Date el gustazo de colocarlas en un lugar accesible a la vista. A los amantes de las cosas "con solera" nos arreglan el día con sólo observarlas. ;-)

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Conviértela en una mesita de noche. La originalidad estará servida en tu dormitorio. Colócale unas patas o apila dos o tres maletas sin más. Si optas por las patas, ten en cuenta que con un diseño más robusto conseguirás una pieza más clásica mientras que si son más finas y las inclinas levemente, tendrás una mesita más decantada hacia el estilo nórdico

Imagen Izda / Imagen Drcha

¿Qué te parece una composición mural? Córtalas por la mitad en sentido longitudinal y cuélgalas en la pared dando forma a una divertida composición. Resultará funcional y decorativo a partes iguales.

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Un mueble bar o un tocador. Coloca unas patas de mayor longitud en esta ocasión. Si prefieres un tocador sólo tendrás que añadir un espejito por la parte interior de la tapa.

Imagen Izda / Imagen Dcha
Un original recibidor. Si tienes la suerte de tener varias maletas, materializar un recibidor resulta una idea fascinante.

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Ten a mano tus libros de cabecera o hazte una jardinera. Ambas opciones son sólo cuestión de imaginación. No necesitas nada, sólo mantenerlas abiertas en el sitio en que te apetezca dependiendo del uso.

Imagen Sup. / Imagen Inf.
Un pouff o la cama de tu mascota. En el caso del pouff, acólchalo del tejido y relleno que más te guste. Si decides cedérsela a tu mascota, incorporarle al interior una cómoda mantita podría ser suficiente.

Imagen Izda. / Imagen Drcha.
Dedícalas a almacenar bajo la cama. Será una buena opción si tienes una cama convencional. Ropa de otras temporadas, juguetes del pequeño de la casa...

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Un botiquín o mueble de baño. Tan sólo un espejo marcará la diferencia entre uno y otro. Colocar unas balditas interiores te aportará la funcionalidad que ambos necesitan.

Imagen Izda. / Imagen Drcha.

Mesa de centro. Esta opción la comentamos el día del post DIY Mesas de Centro. Haz que sea la protagonista de tu salón. Pincha en el enlace si te apetece recordarlo.

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Una mesita auxiliar o de rincón. En el hall o en el salón, dependiendo de la altura de las patas, eso si. Aunque si prefieres apilar dos o tres, ni siquiera eso. ;-)
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Costurero o maletín de manualidades. Cómoda forma de tener en orden y a buen recaudo las cosas que necesitas tener a mano.

Imagen Izda. / Imagen Drcha.

Almacena decorando. Aprovecha algún hueco de un mueble de almacenaje abierto para colocar alguna. Darán un toque precioso, qué te voy a decir yo que me encantan... :-) 

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Usos mil para un elemento con vida propia que en la mayor parte de ocasiones tenemos tristemente abandonado en algún rincón de nuestra casa o la de nuestros abuelos. Te animo a darle una segunda oportunidad, esta vez formando parte de tu casa.

¿Visualizas alguna de estas propuestas en tu hogar?

¡Te deseo un espléndido fin de semana!

Dori c.G.






miércoles, 23 de septiembre de 2015

12 ideas para incorporar pintura de pizarra en tu cocina

Lo admito. Soy de mente dispersa. No puedo evitarlo. Y es que independientemente del lugar en que me encuentre, lo que esté haciendo o con quien esté, en ocasiones me cuesta sangre, sudor y lágrimas hacer coincidir cuerpo y mente en un mismo lugar. 

Consciente de ello e intentando poner solución al bombardeo de ideas, pensamientos o cosas por hacer que llenan mi cabeza cuando menos lo espero, acudo a un pañuelo, al teléfono, a una servilleta del bar o a la palma de la mano para anotar lo que me ronda y poderlo ojear más tarde. Excelente táctica para retomar lo que en directo me encuentro haciendo y ya de paso evitar el toque de atención y la típica preguntita: "Dori, ¿dónde estás?"

De la necesidad de anotar en el momento menos oportuno surge la idea del post de hoy. Y es que quiero mostrarte 12 ideas tan decorativas como prácticas para incorporar superficies de pizarra en tu cocina.

1. En la superficie de cualquier módulo de almacenaje. Informa sobre lo que tienes dentro o guía a los habitantes de la casa para colocar cada cosa en el lugar correcto.

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2. En los maceteros de tus plantas aromáticas. Evitarás errores a la hora de emplearlas en tus recetas, sobre todo si tienes varias.

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3. En una pared libre. Podrás anotar desde la receta de tu plato favorito hasta la lista de la compra o la próxima reunión importante.

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4. Diferencia ingredientes en tus platos. Anota los distintos tipos de un mismo ingrediente que has colocado. Resulta un detalle útil además de muy original. 

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5. En el lateral de un módulo de almacenamiento. Si queda orientado hacia el espacio de trabajo de la cocina también va a resultarnos muy práctico.

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6. Diferencia ingredientes. 

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7. En la parte de atrás de la puerta. 

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8. En el frigorífico. Los más pequeños de la casa estarán encantados de poder plasmar sus mejores diseños en él. ;-)

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9. Sobre el espacio de trabajo. Otra forma de tener a mano tu próxima receta o la lista de la compra.

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10. En las tapas de los botes. Evitarás equivocaciones a la hora de emplear cualquier especia.

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11. En el lavavajillas.

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12. En el interior de las puerta de un módulo de almacenaje. Resulta ingenioso si no quieres que tus notas sean visibles en todo momento.

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Como ves, incorporar superficies a tu cocina en las que poder plasmar tus notas, faltas o quehaceres diarios resulta la mar de fácil y súper práctico.

¿Te animas a implantar alguna de ellas en tu cocina?

¡Que tengas un día genial!

Dori c.G.